El despoblado de Serramiana

Serramiana es hoy día un despoblado que se encuentra situado en el  cerro homónimo, al Noreste de Undués y a unos 700 m de altitud sobre el nivel del mar. Las coordenadas tomadas en el lugar de su iglesia son 42º34’24» N y 1º9’20» O.

En los documentos antiguos del siglo X aparece su nombre como Serram Medianam, aludiendo a las características del entorno geográfico en el cual se encuentra ubicado (ver Ángel J. Martín Duque: «Documentación Medieval de Leire: Siglos IX a XII»). Algunos documentos históricos, incluso actualmente algunos los habitantes de Undués, hacen referencia a este despoblado como Sarramiana. Son varios los escritos que sitúan a este despoblado cercano a Undués. Sin embargo, no es el único en llamarse así. Antonio Ubieto Arteta recoge en su libro sobre «Historia de Aragón: III Los Pueblos y los Despoblados» la voz Serramiana como una pardina situada en el valle de Atarés, en la provincia de Huesca. Sin hacer referencia a la villa de Serramiana del vallecio de Lerda.

Vamos a mostrar en esta página la historia de esta villa basándonos en los documentos históricos que hemos encontrado. La historia de esta villa en relación a la de Undués de Lerda se puede también encontrar en el trabajo «Undués de Lerda: Entre reyes, señores y abades».

Fundación de la villa

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Vista del cementerio de Serramiana

No tenemos datos sobre la fundación de la villa de Serramiana. Sin embargo, algunos restos de dicho despoblado nos pueden proporcionar algunas pistas al respecto.

Cercano a Serramiana en dirección Este se encuentra un lugar con abundantes losas de piedra, muy erosionado debido a la gran escorrentía que tiene la zona. La tradición oral nos dice que este lugar es donde se encuentra situado el cementerio de Serramiana. La necrópolis está muy deteriorada. Sin embargo, aún se pueden apreciar alguna de las tumbas. Los enterramientos son muy sencillos, consisten en cuatro lascas de piedra clavadas en la tierra que delimitan el enterramiento. Las tapas de dichas tumbas eran simples piedras monolíticas sin inscripción alguna. Muchas de estas tapas están perdidas debido al uso inadecuado que se dio al lugar durante el siglo XX. En concreto, durante varias décadas del siglo pasado en estas losas se depositaba sales minerales que eran ingeridas por los rebaños ovinos que pastaban por la zona.

Este tipo de tumbas denominadas cistas fueron usadas desde la época megalítica hasta los visigodos. Estas tumbas son similares a las encontradas en otros lugares cercanos, como el embalse de Yesa, las cuales han sido datados como enterramientos paleocristianos o protovisigodos (siglos V – VIII d.C.). Estos enterramientos antiguos nos pueden indicar que la fundación de este poblado pudo ser en la época de dominación visigoda.

Primeras referencias históricas: Siglos X – XI

Las primeras referencias escritas de esta villa han aparecido en los pergaminos del cercano monasterio de San Salvador de Leyre y datan de principios del siglo X. El historiador Antonio Ubieto Arteta recoge en su libro sobre «Historia de Aragón: III Los Pueblos y los Despoblados» estos escritos y los atribuye a la pardina del valle de Atarés. Sin embargo, nosotros creemos que dichas referencias son relativas a la villa de Serramiana del Vallecico de Lerda. Esto es debido a dos motivos. Primero, la proximidad de Serramiana con al monasterio de Leyre. Esta proximidad hacía que los monjes de Leyre quisieran tener dominio sobre todos estos núcleos de población inmediatamente próximos al monasterio y que los consideraban como parte de su coto monástico. En segundo lugar, siempre que aparece Serramiana en estos documentos antiguos lo hace junto con Undués, Lerda u otras localidades vecinas. Las villas de Undués, Lerda y Serramiana se refieren en dichos documentos como formando un núcleo de asentamientos cercanos entre si, como de hecho lo están. Por estos motivos nos inclinamos a pensar que las referencias a Serramiana en los documentos medievales de Leyre tienen que ver con el actual despoblado que está junto a Undués de Lerda.

En el período que comprende los siglos X y XII aparecen hasta 8 referencias a la villa de Serramiana en los documentos legerenses (ver Ángel J. Martín Duque: «Documentación Medieval de Leire: Siglos IX a XII»). Podemos encontrar todas estas citas en la pagina Referencias escritas sobre Serramiana.

La referencia escrita más antigua data del 21 de Marzo del 901. En ella el rey Fortún Garcés acude a Leyre a recibir hermandad espiritual, como había hecho su padre, e implorar el favor del cielo por mediación de las santas mártires Nunilo y Alodia. En apoyo a sus peticiones da al monasterio sus posesiones de Oyarda, San Esteban de Serramiana, la casa de Turris y el molino situado junto a Yesa. Como vemos en esta referencia, a principios del siglo X la villa de Serramiana ya estaba formada y además su iglesia estaba consagrada a San Esteban. Esto nos indica que a principios del siglo X ya había una vida comunal organizada. En otro documento de esta época, fechado el 21 de Octubre del 912, el rey Sancho Garcés I y la reina Toda dan a Leyre las villas de Serramiana y Undués.

Esta pronta posesión de la villa de Serramiana por los monjes de Leyre no debió de llegar a realizarse por completo. Así, en un documento fechado el 24 de Octubre de 1098, con motivo de la consagración de la iglesia de San Salvador de Leyre, el abad Raimundo logra el reconocimiento por parte del rey Pedro I de sus derechos sobre las villas de Undués, Serramiana, Liédena y Añués. Estos derechos fueron confirmados posteriormente por los papas Alejandro III e Inocencio III como se encuentra en dos bulas fechadas el 28 de Junio de 1174 y el 10 de Junio de 1198.

Estos documentos además de darnos datos sobre la pertencia de la villa, nos dan también datos sobre algunos de los pobladores de Serramiana durante estos siglos medievales. Así, el documento denominado como la Carta de Lerda, fechado en 1055 está ratificado por el señor Oriol Asnari de Serramiana quién se encuentra presente el Leyre en ese momento. Este sería uno de los habitantes distinguidos de la villa pudiendo ser incluso su tenente en esa época.

Primer intento de despoblar Serramiana: Siglo XII

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Parte del texto del pergamino del voto de San Indalecio de 1187. Se puede leer los nombres de Lerda, Undués y Sarramiana como villas firmantes de dicho voto.

El monasterio de San Salvador de Leyre llegó a acumular un gran poder en el entorno rural. Durante el siglo XII. Este cenobio llegó a poseer varias decenas de villas e iglesias más o menos cercanas a la abadía. Sin embargo, su influencia en las primeras ciudades que se estaban formando en esa época era muy escasa. Leyre se quedaba fuera de este nuevo mundo urbano. Para ello a finales del siglo XII planeó crear núcleos urbanos en sus proximidades. Como la población era muy limitada, planearon mover población de algunas de las villas que poseían para concentrarlas en otras estratégicamente distribuidas. Este fue el primer intento de despoblar la villa de Serramiana. Así, en 1175 el abad Jimeno propuso la formación de una gran villa en Lerda. El rey Alfonso II de Aragón le proporcionó la autorización para concentrar a los habitantes de Undués y Serramiana en la villa de Lerda. Para incentivar este movimiento poblacional, se libró de una serie de impuestos (galleta, delgada y malos fueros) a los vecinos de Undués y Serramiana que aceptaran mudarse a Lerda (ver L. F. Fortún Perez de Ciriza «Leyre un señorío monástico en Navarra (siglos IX-XIX)»). Sin embargo, este plan fracasó. Ni Serramiana ni Undués se despoblaron. Aunque, la villa de Lerda estaba muy cerca de Undués y Serramiana era muy difícil mover una población campesina muy arraigada a su tierra y a sus casas. Además, la situación de la villa de Lerda no era la más idónea. Esta villa se encontraba situada en el llamado alto de Santa Cruz, un sitio de fácil defensa pero no muy apropiado para la vida cotidiana debido a su altitud.

El monasterio de San Juan de la Peña fue el otro gran cenobio que tuvo cierto influjo sobre la vida de los pueblos como Serramiana, Undués y Lerda. En particular, estos tres núcleos de población aparecen como parte de los firmantes del llamado voto de San Indalecio. San Indalecio fue uno de los siete obispos designados por el apóstol Santiago para evangelizar Hispania. En el siglo XI, durante el reinado de Sancho Ramirez, fueron hallados sus restos en Urci y trasladados al monasterio de San Juan de la Peña. En 1187 hasta 237 pueblos del entorno del monasterio hicieron voto solemne de acudir una vez al año en romería para agradecer al santo su protección y rogar por sus cosechas. Entre la lista de esos pueblos figuran «Lerda, Undués y Sarramiana».

Adscripcción de Serramiana a Tiermas: Siglos XIII – XVI

A principios del siglo XIII, en 1201, había dos puntos de fricción entre los reinos de Navarra y Aragón. Estos eran la zona de la Valdonsella y de la Canal de Berdún. Para frenar las posibles invasiones de los ejércitos navarros, los reyes aragoneses decidieron fortificar primero la Canal de Berdún. Así, el rey Pedro II de Aragón decide fundar, a principios del siglo XIII, una villa fortificada en la Canal de Berdún, en las proximidades del monasterio de Leyre. Este nuevo núcleo de población fue la denominada nueva villa de Tiermas.

Se eligió un pequeño montículo que había junto a la antigua villa, de difícil acceso y de fácil defensa. Se repitieron fórmulas anteriores como la de concentrar la población de los pueblos vecinos en la nueva villa. Esto acarreó consecuencias para Serramiana, ya que su término quedó adscrito al de la nueva villa de Tiermas, llevando a la casi despoblación de Serramiana.

La adscripción de Serramiana a Tiermas fue causa de muchos problemas durante el siglo XIV. En el inventario de la iglesia parroquial de Undués que se realizó en 1790 se hace constar un documento, hoy desaparecido, fechado en 1337 en el cual se habla de continuos conflictos entre los vecinos de Undués, Tiermas y los que quedaban en Serramiana sobre pactos y mojones. Para solucionar estos conflictos el rey otorga privilegio a los infanzones de Serramiana para que elijan si residir en Tiermas o en Undués de Lerda. Los pocos infanzones que residían en Serramiana eligieron residir en Undués. Sin embargo, el término de Serramina siguió adscrito a Tiermas dos siglos más.

Estos litigios por los pastos de Serramiana no se resolvieron tan fácil y continuaron durante largo tiempo. Así se refleja en el «Diccionario Geográfico del Reino de Aragón» escrito por Mateo Suman en 1803. Esta obra recoge un compromiso firmado entre la villa de Tiermas y el monasterio de Leyre el 24 de Agosto de 1539. Se pacta que los de Tiermas deben dejar pastar a los ganados gruesos y menudos del monasterio en la pardina de Serramiana. Estos rebaños se cuantifican en 2800 cabezas de menudo, 60 vacas, 40 yeguas y 45 puercos. Esto refleja la abundancia y calidad de las hierbas que crecían en Serramiana.

Siglo XVII: Unión de Serramiana y Undués

En el inventario del archivo parroquial de la iglesia de Undués se recogen una serie de documentos durante el siglo XVI que nos ayudan a entender la final reunificación de Undués y Serramiana. Todos estos documentos se encuentran hoy en día desaparecidos.

El más antiguo de ellos data de 1528 y se refiere a un «compromiso entre los infanzones y militares de Serramiana, habitantes de Undués de Lerda con los vecinos de la villa de Tiermas». El siguiente documento data de 1541 y en el se refleja la venta por parte de Tiermas de Serramiana a Undués. Dicha venta se acuerda entre los municipios de Undués y Tiermas por la cantidad de 20000 sueldos jaqueses. Este acuerdo esta visado por el mismo rey Carlos I. Otro documento de 1541 hace referencia a que los vecinos de Serramiana recibieron cada uno de ellos una cantidad de 2000 sueldos jaqueses por parte del concejo de Undués. Suponemos que esta gratificación por parte de Undués a los habitantes de Serramiana fue hecha para que decidieran trasladar sus residencias al pueblo.

Es así como termina la unión entre Tiermas y Serramiana después de más de tres siglos. Sin embargo, la unión aún se haría esperar unos años. En la obra de Luís J. Fortún Pérez de Ciriza consta que esta unión no se hizo efectiva hasta 1568. Otros autores como Briz Martínez en su obra «Historia de San Juan de la Peña» presenta una escritura fechada el 30 de agosto de 1629 ante Domingo García, notario de Uncastillo, en la cual se refleja que los baños junto a Tiermas fueron vendidos a Tiermas por parte de Undués y Escó. Por esta transacción Tiermas pago la cantidad de 30000 sueldos jaqueses, en cuya paga Undués recibió la pardina de Serramiana.

El actual despoblado de Serramiana

El cerro de Serramiana está hoy en día roturado en su mayor parte por grandes campos de cultivo de cereal. En la parte alta del cerro unas encinas, matas de boj y de coscojo esconden las ruinas de esta villa milenaria. El viajero que se acerque a este cerro se encontrará con montones de piedra, algunas paredes que aún resisten el paso de los siglos y un silencio ensordecedor. Sin embargo, como hemos visto aquí estas ruinas atesoran una larga historia. Estas piedras hoy desordenadas y amontonadas, estaban antiguamente formando maravillosas casas que albergaban a un gran número de personas y de historias. Presentamos unas fotos aereas que reflejan la evolución del despoblado en los últimos 70 años. Como se ve la vegetación ha ido ganando protagonismo hasta tapar prácticamente las ruinas.

La próxima vez que visitemos Serramiana, hagámoslo conociendo su historia y sus tradiciones. Así, veremos de distinto modo lo que hoy tan sólo son unos simples montones de piedra.