Estructura de los primeros poblados del vallecico de Lerda

Cuando miramos fotos antiguas en las que aparecen paisajes o lugares de Undués nos damos cuenta de lo mucho que ha cambiado el pueblo en las últimas décadas. Nuevas técnicas de construcción, uso de materiales diferentes o tendencias arquitectónicas hacen que las casas de Undués de hoy, aunque muchas de ellas conservan su estructura antigua, lucen diferentes a la vista del visitante. Por ello, podemos imaginar que los poblados del Vallecico de Lerda que fueron fundados en la Alta Edad Media serían muy distintos al Undués de nuestro tiempo.

La historiadora Elena Piedrafita en su libro «Las Cinco Villas en la Edad Media (siglos XI – XIII)» nos describe como podrían ser los poblados primitivos de las altas Cinco Villas hacia el siglo X. La fundación de los poblados del vallecico de Lerda fue promovida por los propios reyes de Pamplona, cumpliendo con una doble finalidad: i) extender el territorio del reino de Pamplona por la zona de la Valdonsella; ii) disminuir la densidad de población que había en los cercanos valles pirenaicos.  La fundación de estos poblados pudo ser realizada por grupos familiares liderados por una persona del clan. Estos primeros asentamientos estarían formados inicialmente por un número reducido de casas. Las edificaciones se adaptaban todo lo posible al paisaje, ya que no tenían ni las técnicas ni las herramientas de las que se dispone hoy en la construcción. Dependiendo del entorno geográfico donde se asentaran, unos se desarrollarían más deprisa que otros. Aquellos, situados en mejores enclaves llegarían a formar verdaderas villas. Este fue el caso de Lerda, Undués y Serramiana. Por el contrario, otros situados en terrenos más pobres, no pasarían de meros caseríos e incluso podían llegar a desaparecer.

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Restos del ábside de la iglesia de San Esteban de Serramiana

Estos poblados llegaron a ser importantes durante la alta Edad media, ya que personas destacadas de la nobleza, incluso los reyes, llegaron a tener pertenencias en ellos. Esta relación queda constatada  en la villa de Lerda. En dicha villa, en el siglo X,  existía una edificación que se la calificaba como «Palatium Regale». Esto podría indicar que los propios reyes de Pamplona tenían posesiones en esta villa.

Las construcciones de estos primeros enclaves serían de tipo tardorromano. No muy diferentes a las edificaciones que se han mantenido hasta la actualidad. Así, serían edificios de planta rectangular, soportados por anchos muros de carga construidos con piedra de la zona. Las edificaciones más importantes tendrían mejores muros construidos con argamasa. La iglesia de San Esteban de Serramiana se construyó de esta forma y aún hoy se puede ver esta argamasa entre algunas de las piedras de los trozos de pared que aún se conservan en pie. Los tejados de las edificaciones serían a una sola agua soportados por madera principalmente de los robles que crecen en la zona. En cubrimiento del tejado en estos años de la Alta Edad Media sería de losas de piedra. Estas losas serían extraídas directamente de la roca que aflora en muchos rincones del valle. Hoy en día, en el término de Undués nos encontramos con varios topónimos que indican sitios propicios para obtener este tipo de materia prima. Otros cubrimientos como la teja que se usa hoy en día serían muy posteriores. De echo entre las ruinas de los poblados de Lerda y de Serramiana no se encuentran restos de materiales cocidos como tejas o ladrillos. Sólo se pueden apreciar restos de piedras.

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Muro de una edificación en los Casales de Lerda

Las casas serían edificios de dos plantas. La planta de abajo estaría destinada a los animales. Estos a su vez proporcionaban calor a la planta superior donde habitarían las personas. La parte de arriba sería también muy sencilla. Una gran cocina con un fogón haría las veces de estancia principal de la casa. En esta estancia se cocinaba, se utilizaba como comedor y se reunía la familia entorno al hogar para contar historias y anécdotas durante las noches. Un gran banco de madera, como los que conservan algunas casas hoy, sería el mueble principal de la cocina donde se sentaba la familia entorno al hogar. Posiblemente a ambos lados de la cocina se abrirían sendas puertas que comunicaban con 1 o 2 habitaciones que se destinaban al descanso. La distribución de las habitaciones hacía que se pudieran calentar fácilmente con el calor desprendido por el hogar de la cocina.

Este tipo de casas con esta distribución se han mantenido hasta nuestros días. Este tipo de edificios son los que forman la mayor parte del casco urbano del pueblo. Las características de esta arquitectura popular la podemos encontrar en la página Arquitectura urbana

En la página Evolución histórica del núcleo urbano de Undués de Lerda podemos ver como debieron ser las diferentes etapas arquitectónicas por las que paso en municipio. Principalmente, podemos destacar que el casco urbano de Undués presenta a la iglesia, torre-campanario y ayuntamiento como los edificios centrales del pueblo. Las demás casas se encuentran alrededor de este núcleo de edificios. Por ello podemos suponer que en el caso de Undués se construirían estos edificios principales y el primer anillo de casas que los rodea. Posteriormente, se irían añadiendo casas en la periferia de este anillo principal de edificaciones, adaptándose al terreno donde se encontraban. Esto también podría ser en el caso de Lerda. Ya que en el mismo alto de Santa Cruz se puede observar las ruinas de una gran edificación. Posiblemente este edificio sería la iglesia de Santa María de Lerda. Este edificio también se encuentra en una parte protegida y alrededor de la cual se extienden otras edificaciones del poblado. El caso de Serramiana es diferente ya que el edificio que hoy se considera como la iglesia de San Esteban de Serramiana esta situada en un extremo del poblado. El núcleo de las edificaciones se encuentra hacia el Oeste de la iglesia.