La ruta de los corrales de la Sierra

Esta ruta tiene sabor a tradición. Sabor a rebaños pastando por estas tierras desde tiempos remotos, aprovechando los recursos del lugar en continuo equilibrio natural. Sabor a pastores cuidando con mino sus ganados, siguiendo conocimientos que se transmitieron de padres a hijos durante generaciones.  En homenaje a la actividad milenaria del pastoreo, vamos a hacer un recorrido que nos llevará hasta la zona denominada de La Sierra pasando por las cercanías de algunos de los corrales de ganado más emblemáticos y hermosos del municipio.

Como otras rutas, ésta es de tipo circular, comenzando y terminando en el pueblo. Podemos clasificar este recorrido como largo, siendo su longitud de unos 11 km. La ruta presenta uno de los mayores desniveles que sortear en el municipio. Pasaremos desde los 633 m de altitud que tiene el pueblo a los 600 metros cuando cruzaremos el barranco del lugar. Desde este punto de mínima altitud ascenderemos hasta alrededor de los 900 metros en la zona de La Sierra. Esta ruta la podremos hacer en unos 150 – 180 minutos a pie. Durante la ruta presenciaremos hermosas vistas del vallecico de Lerda, el valle de Pintano, el valle del río Aragón, y de la Valldonsella. Además transitaremos por caminos milenarios como la calzada romana de Undués y el camino de Santiago en dirección al pueblo de Ruesta.

Descripción de la ruta

Esta ruta comienza en la zona de la fuente y del abrevadero. De aquí partimos por el camino de Santiago en dirección a Ruesta. Aproximadamente la mitad de esta ruta discurrirá por la milenaria ruta Jacobea. Inmediatamente a la salida del pueblo dejaremos a mano izquierda el edificio del lavadero. Transitamos por la llamada calzada romana de Undués de Lerda. Aunque, en esta zona junto al pueblo se encuentra en muy mal estado de conservación, perdiéndose el empedrado que más tarde podremos ver. Es por ello que sea difícil asociar el camino que pisamos con una calzada romana.

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Imagen del pajar y la era del corral de Arbea

A unos 150 metros de distancia nos encontraremos a mano derecha el corral de Arbea. Este corral, hoy en uso, representa uno de los típicos corrales que hay junto al pueblo. Presenta un pajar y una era, en su parte alta. La barrera y el lugar de descanso del ganado se encuentran en la parte baja de la edificación. Los pajares eran habituales en los corrales que se encuentran junto al pueblo. Esto es debido a que los rebaños estaban en ellos en la época del invierno cuando había escasez de pastos. Además era también frecuente que se usaran para alojar animales enfermos, paridos o corderos, para los que había que tener hierba a su disposición. El pajar del corral de Arbea presenta un ingenioso sistema para alimentar a los animales que se guardaban en él. Así, en el suelo del pajar se pueden ver unos agujeros  que conectan con la zona inferior donde estaban los animales y por los que se les podía echar la hierba sin necesidad de bajar al piso inferior.

A partir de este corral hasta la zona denominada de la Chorrota es donde la calzada romana esta mejor conservada y se nos muestra en todo su esplendor.

A pocos metros de dejar el corral de Arbea, cruzaremos el barranco  del Lugar por la zona denominada La Pasada. Este es el punto más bajo de la ruta, nos encontramos a unos 600 metros de altitud. Junto al barranco, a mano derecha del camino, podremos ver una fuente, hoy seca, a la cual se venía a por agua antes que se condujera el agua hasta el pueblo (década de los 50 del siglo XX). Esta fuente denominada del Lugar está hecha completamente de piedra y presenta un hermoso pilón tallado en piedra. A unos 200 metros desde el cruce del barranco el camino presenta una curva pronunciada a la derecha. Es aquí donde encontraremos una pequeña fuente denominada La Chorrota. El agua de esta fuente cae en unos ruidosos chorros procedentes de las filtraciones de la acequia que riega los huertos y que discurre unos metros más arriba. Este agua discurre desde aquí hasta el barranco por la parte derecha de la calzada romana. Siguiendo por el camino nos encontraremos con la acequia de los huertos, en este punto es donde termina el tramo de calzada romana. Esta acequia comienza un poco más arriba en la denominada Estanca y recorre toda la zona alta de los huertos proporcionándoles agua para el riego. La acequia termina aproximadamente unos 2 km hacia el Oeste en el llamado barranco de Bayatalo.

El camino continua ascendiendo por el cerro que esta frente a nosotros en dirección Este. Este cerro por el que transitamos se denomina el Cerro de Ciriaco. En esta zona el camino se convierte en una senda estrecha por la cual justo puede transitar una persona. La pendiente aquí es pronunciada, en algunas zonas la senda presenta fenómenos de abarrancamiento como consecuencia de la fuerte escorrentía. Éste es el antiguo camino que nos lleva hasta el pueblo de Ruesta y por el que hoy transcurre el camino de Santiago. Es habitual en esta zona ver a ambos lados de la senda montones de piedras dejadas por los peregrinos como referencias. A unos 600 metros esta senda se encuentra con un camino mucho más ancho, es el que procede de Bayatalo y va hacia la Sierra. En este cruce tomaremos hacia la derecha. Continuando por este camino nos encontraremos a mano derecha a 1.1 km el primero de los corrales junto a  los que vamos a pasar. Nos referimos al Corral de Areso.

Como su nombre indica, este corral perteneció a la casa de Areso, una de las casas más importantes del pueblo. El corral se ubica en alto en el límite entre el Paco del Corral de Areso y Matalas. Esta edificación está hoy en uso, presenta la típica estructura de barrera y nave techada con tejado a dos aguas soportado por robustos pilares de piedra. El hecho de estar en uso hace que su estado de conservación sea bueno y podremos ver una de las barreras en mejor estado de conservación que podemos ver en el municipio. Además, el corral presenta un pequeña era en su parte delantera.  Si nos asomamos al extremo Este de la era podremos apreciar unas vistas excepcionales del barranco denominado del Río Monte. Al otro lado del barranco podremos ver la zona de la Chaparra, Las Planas y la Buitrera. En estas zonas varios corrales se pueden ver en la lontananza. Sobre todos ellos destaca el corral de la Chaparra, todavía hoy en uso y uno de los corrales más grandes que hay en el municipio.

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Planta de manzanilla silvestre junta al camino

La vegetación de la zona consiste en arbustos bajos como aliagas y algunos coscojos. En esta zona del monte no hay árboles. En las laderas del camino también aparecen matas de Gorrillones. Estos arbustos presentan unos frutos que maduran en invierno con un intenso color rojo. En primavera y principios de verano se pueden ver abundantes flores, destaca en esa época grandes matas de manzanilla silvestre que nacen junto al camino y que presentan un intenso color amarillo. La misma tonalidad presentan las flores de las aliagas que cubren grandes superficies de terreno de la tierra no cultivada del municipio. La zona está también llena de campos de cultivo, dedicados principalmente al cultivo del trigo.

Continuando por el camino, a unos 100 metros del corral de Areso, nos encontraremos a mano derecha con un campo de cultivo. Al final de éste se encuentra  el llamado corral de Martinico de la Sierra. Este corral esta en desuso y prácticamente en ruinas. Hasta hace pocos años aun se podía ver el edificio del corral en buen estado. Presentaba una zona techada apoyada sobre pilares con una zona de descaso para el ganado orientada al sur de la edificación. Además presenta una caseta para los pastores, adyacente al edificio del corral.

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Corral de Malruesta

Nada más pasar el corral de Martinico nos encontraremos con otro camino que sale a mano derecha que va hasta el corral de Malruesta. Este corral es uno de los más hermosos del término de Undués. La característica principal de este corral es la sustitución de los pilares que soportan el tejado por robustos arcos de piedra. Esta característica le confiere una majestuosidad especial. Merece la pena recorrer los  800 metros de camino para ver esta joya de la arquitectura popular de Undués. Cuando transitamos por el camino que va a este corral dejaremos a mano derecha las ruinas del llamado corral del Carnicero de la Sierra.

Siguiendo por el camino principal nos encontraremos a mano izquierda una pequeña balsa natural denominada la Balsa de Arruga. Esta balsa acumula el agua procedente de la lluvia y de una fuente adyacente denominada la Fuente de Arruga. A unos 700 metros desde la balsa el camino se cruza con la denominada Cañada, es aquí donde tomaremos a mano derecha y dejaremos el camino de Santiago. Hasta aquí hemos recorrido aproximadamente la mitad de nuestro recorrido.

La Cañada es el camino que recorre la parte alta de la Sierra, nos encontramos a una altitud de un poco menos de  900 metros. Actualmente, este camino está asfaltado y es relativamente llano. Esta parte del camino se denomina así por ser parte de una cañada de ganado que se dirige hacia los pastos de los valles pirenáicos del Roncal y Ochagavía. Durante 1.1 km caminaremos junto a una importante masa forestal de pinos. Toda esta zona alta del monte se reforestó en los años 50. La sombra de los pinos alberga una variada fauna. Así, es habitual ver durante los amaneceres y atardeceres ciervos y corzos que salen de los pinos y pastan en los campos de cultivo junto al camino. También se pueden ver otros animales de caza mayor como los jabalíes. Aves como la vecada, pájaros carpinteros, azores, urracas, palomas salvajes o cuervos habitan entre los pinos. El viento que pasa entre los pinos produce un sonido especial y característico. Sus hojas lanceoladas  presentan poca resistencia al viento y se produce un sonido suave y sordo al pasar el viento entre ellos. Cuando dejamos los pinos podremos ver a mano izquierda una hermosa vista del valle de Pintano y la canal de Berdún. Los picos de Santo Domingo (nacimiento del río Onsella) y de San Juan de la Peña (ubicación del monasterio pinatense) destacan por encima de la frondosa masa forestal que cubre la zona. Además, los picos de los Pirineos de los valles de Hecho, Ansó y del Aragón se pueden ver en la lontananza. Muchos de estos picos sobrepasan los 2000 metros de altitud. El más alto de esta zona del Pirinero es el Bisaurín de 2670 metros que se encuentra en la zona de Lizarra. Otros picos de la zona no tan elevados como el Somport (Summus Portus; 1640 m) están cargados de historia y tradición, siendo éste el origen del camino del llamado Camino de Santiago aragonés.

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Corral de Respún

A unos 500 metros de dejar los pinos, sale un camino a mano derecha. Tomaremos este camino para recorrer primero la zona del Paco del Bujo y luego entrar en la zona de Respún. Desde este punto el camino desciende hasta llegar al pueblo. Cuando transitamos por esta zona primero podremos ver a mano derecha el Montico. Un cerro que pertenece al municipio de Sos del Rey Católico y que está cubierto por una importante masa forestal de robles y encinas. A las faldas de este cerro nace el denominado barranco del Infierno. El cual presenta una importante caída vertical que le da el nombre. Conforme avanzamos más hacía el Oeste comenzaremos a tener unas vistas excepcionales de la Valdonsella y del vallecico de Lerda. En esta zona de Respún el corral más importante por el que pasaremos es el denominado corral de Respún.  Esta edificación está todavía en uso y en buen estado de conservación. Edificio típico con tejado a dos aguas soportado por pilares de piedra. La zona del corral incluye una barrera y zona de descanso para las ovejas comunicada por grandes portalones con la zona techada.

Después de pasar por el corral de Respún, a unos 100 metros, encontraremos un camino que sale a mano derecha. Si seguimos este camino llegaremos al Corral de Longás de la Sierra. La edificación está en ruinas y tan solo quedan las paredes y los esqueletos de los pilares que soportaban el tejado a dos aguas de la zona techada. El corral tiene adyacente  una caseta para los pastores. Presenta una planta rectangular con un sólo habitáculo. En su interior aún se puede ver el rudimentario fogón en una de las esquinas de la estancia. Se caracteriza por presentar una piedra triangular a media altura para impedir que las llamas quemaran los maderos de la techumbre. Este tipo de estructuras se pueden ver en otros corrales del municipio que presentan cabañas para los pastores.

A unos 400 metros del corral de la Gracia de la Sierra nos encontraremos a mano izquierda la balsa del Royo. Esta es una balsa natural donde se almacena el agua de la lluvia y la que llega allí como consecuencia de la escorrentía del camino. Junto a esta balsa se encuentra la llamada barrera del Royo. Las barreras correspondían a espacios cercados con paredes de piedra que servían para albergar ganado vacuno. Eran espacios de grandes dimensiones y casi siempre situadas en la zona de los pastos altos de la sierra. No presentaban ningún tipo de techumbre. La barrera del Royo está en mal estado de conservación y apenas podemos ver algunos tramos de sus paredes. Durante este recorrido hemos pasado por las proximidades de otras barreras como la de la Clara, la de la Rosa y la barrera del Sereno.

Unos metros más adelante el camino deja la zona de Respún para adentrarse el la zona del Calvario. Desde aquí hasta el pueblo transitaremos además por las zonas del paco de las Huertas y de Bala. El camino presenta por esta zona unas curvas pronunciadas diseñadas así para salvar la pronunciada pendiente que presenta en esta zona. En este punto tenemos unas hermosas vistas del pueblo, del valle de Lerda, del valle de Aibar y la Valdonsella.

A unos 1.4 km de la balsa del Royo pasaremos junto al corral denominado La Barrera de Juan Ángel. Este recinto fue primitivamente una barrera de ganado vacuno que aún hoy se puede apreciar. Sobre ella se construyó el actual corral para ganado ovino. Este recinto representa como han ido evolucionando las edificaciones ganaderas en el municipio como consecuencia de la evolución de la cabaña ganadera del mismo.

El camino continua en su ruta hacia el pueblo. Antes de llegar a él, pasaremos por el cementerio del lugar. Este camposanto, actualmente en uso, fue inaugurado en la segunda mitad del siglo XIX. Presenta una portada donde se puede ver la fecha de su inauguración. En esta zona tomaremos el camino a mano derecha para dirigirnos al pueblo. A unos 400 metros nos encontraremos con las primeras edificaciones correspondientes a corrales y eras que rodean al pueblo. Así pasaremos junto al corral de Pedro Sabio, el corral del Royo del Catón, y la era de casa de León. Pasadas estas edificaciones entraremos al pueblo por la zona del Cantón. Es aquí donde termina nuestra ruta.