Las salinas Romanas

A unos dos kilómetros de distancia de Undués en dirección a Sos del Rey Católico, se encuentra un manantial de agua salobre denominado la salada. Junto a este pequeño manantial hay construidas unas salinas las cuales no tenemos una datación fidedigna (ver localización). Diversas fuentes las denominan como salinas romanas. La sal ha sido importante desde siempre tanto para la alimentación humana como de los animales. Así, este  manantial aparece referido en los privilegios otorgados por Jaime II a la villa de La Real en 1305. Los derechos de uso de dichas salinas fueron motivo de disputa entre los vecinos de Undués y La Real.

Las pequeñas salinas consisten en unas piscinas de unos 20 cm de profundidad a las cuales se hacía llegar, mediante una serie de canales, el agua salada del manantial. El sol hacía que el agua se evaporarse y quedara la sal, la cual era extraída y suponemos que usada para el consumo local.

Tenemos constancia de que en el siglo XIX vivía en el pueblo un funcionario que dependía del gobierno central que se denominaba “dependiente del resguardo especial de sales”. Dos de estos funcionarios fueron: Santos Esteban González y Marian Lafuente García, ambos naturales de Madrid y residentes en Undués durante la segunda mitad del siglo XIX. Esto nos hace pensar que, al menos, durante el siglo XIX la pertenencia de las salinas era del gobierno central y no del ayuntamiento. No hemos encontrado más referencias sobre la propiedad ni el uso de estas salinas.