Iglesia de San Martín Obispo de Tours

La iglesia de San Martín es un sólido edificio de estilo barroco consagrada a San Martín obispo de Tours en el año 1592. La reforma del templo durante el siglo XVI se le encargó al arquitecto Miguel de Recondo, natural de Gipuzcoa que además del trabajo en la iglesia de Undués realizo otros por las provincias de Zaragoza y Huesca. Es en diciembre de 1592 cuando la obra del templo es tasado por otros canteros entre los que se encontraba Martín de Aguirre.

En el catálogo monumental de España, redactado por Francisco Abad Ríos en 1957 nos describe la iglesia de Undués de Lerda como:

«La iglesia de San Martín de Tours está enclavada en la plaza Mayor de la localidad de Undués de Lerda. Es un edificio de grandes proporciones y construido de piedra de sillería de la región. Consta de una sola nave anexa a la torre campanario. Esta torre podría ser anterior a la iglesia y habría hecho de torre de defensa en épocas anteriores cuando Undués estaba en la frontera con los musulmanes o con el reino de Navarra. La nave de la iglesia tiene una cabecera cuadrada y crucero, estando cubierta por cuatro tramos de bóveda de crucería estrellada. El ábside se hizo poligonal por medio de trompas. Esta bóveda apoya sobre ménsulas. Presenta también, un coro alto a los pies de la iglesia sobre madera, con barandilla de madera de tracería gótico-mudéjar sostenida con canetes con cabezas talladas.»

Como se ve las características arquitectónicas principales de la iglesia son su bóveda y su coro. El abovedamiento de la nave principal es similar a la que se puede ver en la iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción de Navardún. Esta bóveda es de crucería estrellada realizada sobre una base de terceletes y enriquecida mediante nervios rectos de inspiración franco-flamenca. El coro de la iglesia se ha restaurado en el año 2009. Los trabajos de restauración han datado el coro en la ultima década del siglo XV o primera del XVI. Es de estilo gótico tardío y presenta una esplendida iconografía en sus canetes. En ellos se pueden ver figuras humanas y de animales que representan en bien y el mal, la vida de pecado y de virtud.

 

Retablo del altar mayor

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Altar mayor de la iglesia de Undués

El altar mayor de la iglesia se construyó durante la primera mitad del S. XVII. La obra se le encargó en 1608 al artista Sangüesino Adrián de Almadoz quien había realizado ya para la iglesia de Undués algunos trabajos previos como un sagrario. El 23 de mayo de 1615 Adrián de Almadoz se asoció con Gaspar Ramos. El convenio que firmaron ambos incluía una cláusula en la cual se decía que si uno de los dos fallecía, el otro estaba obligado, junto con sus herederos, a finalizar las obras que tomaron conjuntamente. Al finalizar dichas obras debían repartir los beneficios. El consorcio Ramos-Almadoz no duró ni un mes. El 12 de Junio de 1615 fallecía Adrián de Almandoz. En ese momento Gaspar Ramos se tuvo que hacer cargo del retablo del altar mayor de la iglesia. Para realizarlo tuvo que contratar ayuda, el ensamblador Juan de la Era natural de la cercana localidad de Lumbier. Los litigios con la familia Almandoz retrasaron la obra y no fue hasta 1649 cuando  fue entregada a la iglesia.

El retablo del altar mayor es de grandes dimensiones y se encuentra colocado en la cabecera del templo. Esta hecho de madera policromada y presenta tres calles verticales, siendo la central más ancha que las laterales. En su parte inferior se puede ver un doble banco con compartimentos rectangulares en los cuales se pueden ver alto relieves figurativos. El centro del retablo alberga el sagrario.

Los alto-relieves del banco representan escenas de la pasión de Cristo. Se pueden ver escenas sobre la Oración en el Huerto, el prendimiento, la coronación de espinas y Cristo portando la cruz. Son especialmente significativos por su riqueza figurativa y expresividad los altorelieves correspondientes a la oración en el Huerto y el prendimiento. Ambos se encuentra situados en la parte del evangelio. El segundo nivel del banco presenta relieves mostrando a los padres de la iglesia y a los evangelistas.

En el primer piso del retablo se encuentra la figura principal de San Martín representado como obispo de Tours. Está flanqueado por los apóstoles Pablo y Pedro. En las dos calles más externas del primer piso se encuentran dos alto-relieves que representan el bautismo de San Martín y la escena de la partición de la capa con el pobre. El segundo nivel del retablo presenta a las santas Nunilo y Alodía en la calle central con dos apóstoles a ambos lados. De nuevo, en las calles más externas se pueden ver dos altorelieves que representan escenas de la predicación y el martirio de San Martín. En el ático del retablo se encuentra un calvario flanqueado por Santa Eufemia, patrona de Undués de Lerda, y un apóstol.

Retablos situados en el crucero

Los retablos que adornan las capillas situadas en el crucero de la iglesia de San Martín se realizaron durante el S. XVIII. Estos retablos están dedicados a San Ramón Nonato, San Miguel y San Francisco Javier.

El retablo de San Francisco se encuentra en la parte del crucero más próxima al evangelio. consta de columnas salomónicas y en el remate un medallón bajo frontón partido. Contiene un lienzo de San Francisco que fue donado hacia 1750 por el obispo Juan Francisco Guillén Iso, natural de Undués de Lerda. En el medallón del retablo se puede ver otro lienzo de San Ignacio de Loyola. En este lado del evangelio se puede ver también el retablo de la Virgen del Rosario en madera dorada con columnas salomónicas. En el se ubicaban las tallas de las santas Águeda, Lucía, Ana, Bárbara y la Virgen del Rosario hoy desaparecidas. En el ático de este retablo se encuentra san Antonio de Padua. Es un conjunto barroco del siglo XVIII.

En las capillas situadas en el crucero en el lado de la epístola se encuentran los retablos de San Miguel y de San Ramón Nonato. El retablo de San Miguel contiene también columnas salomónicas y tres calles con imágenes de San Lorenzo, San Vicente y San Sebastián. Fue terminado hacia mediados del S. XVIII. El retablo de San Ramón Nonato consta de un lienzo del titular entre columnas salomónicas. El lienzo es de la segunda mitad del siglo XVIII. En el ático se ubica una talla en madera dorada que representa a la Apoteosis de San Benito.

Estos retablos fueron sufragados con dinero de la primicia de la iglesia y de aportaciones privadas. Fueron realizados por el escultor Bernabé Mendoza y dorados por el artista Joseph Lacruz.

Capillas de la iglesia de San Martín

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Capilla del Santo Cristo

La iglesia del pueblo ha sido durante siglos el centro de la vida social, religiosa y económica del pueblo. Es por ello que algunos de los habitantes más importantes han querido dejar su huella en ella mediante la construcción o el patronato de capillas adyacentes a la nave principal del templo. Actualmente la iglesia de San Martín de Undués de Lerda presenta tres capillas que se han construido en diferentes épocas. Estas son las capillas de la sagrada familia o capilla Meoz, la capilla del Pilar y la del Santo Cristo.

La capilla Meoz se construyó durante el siglo XVII. Su nombre se debe a que su construcción fue sufragada por Domingo Fernandez de Meoz. Se encuentra situada en el lado del evangelio justo frente a la puerta principal del templo. En la parte alta del su arco de entrada se encuentra el escudo heráldico de la familia Fernandez de Meoz. Infanzones que residieron en Undués durante varios siglos. En particular Domingo Fernandez de Meoz fue uno de los miembros destacados de esta familia llegando a ser familiar del santo oficio de la Inquisición. La capilla se la vistió con un retablo que fue encargado en 1665 al arquitecto sangüesino Pedro Ríos. Fue dorada por Pedro Echeverría durante 1667. El retablo de la capilla presenta pilastras y columnas salomónicas adornadas con uvas. En su hueco central se encuentra un cuadro un cuadro que representa a la Sagrada Familia.

Uno de los Unduesinos más importantes ha sido Juan Francisco Guillén Iso (1686-1757). Quien llego a ser Obispo de Canarias y Arzobispo de Burgos. Muy unido al pueblo que le vio nacer, quiso a su muerte dejar su huella en la iglesia del lugar. Para ello donó parte de su herencia a la iglesia de San Martín de Undués para que se construyera una Capilla, la denominada Capilla del Pilar. Esta capilla se construyó durante la segunda mitad del siglo XVIII, adornándose con un retablo barroco en madera sin policromía consagrado a la Virgen del Pilar, de la cual Juan Francisco era muy devoto. En la parte superior de la entrada de la capilla se puede apreciar el escudo heráldico del promotor de la capilla.

La capilla del santo Cristo se encuentra en el lado de la epístola. No tenemos constancia de cuando fue su construcción. Se la vistió con un retablo representando el calvario en madera dorado y policromada del siglo XVIII. Se presenta un busto de Cristo crucificado con un lienzo en el cual se pueden apreciar vistas de Jerusalén y de las santas mujeres.

Ajuar de la Iglesia de Undués

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Pila bautismal del siglo XII

Algunas de las piezas de orfebrería que hay en la iglesia de Undués son de gran valor artístico. En particular, podemos resaltar una custodia y un copón ostentoreo.  Estas dos piezas se realizaron entre la segunda mitad del siglo XV y el primer tercio del siglo XVI. El copón ostentoreo tiene grabado en su base las iniciales SNG que corresponde a la marca de los talleres de platería de la localidad de Sangüesa. Esta pieza es una de las más importantes que se realizaron en estos talleres. Esta formado por una copa prismática de seis caras desiguales. En su tapa se adapta un viril circular rematado con una cruz. La base del copón presenta un perfil polilobulado de estilo gótico decorado con serafines, los apóstoles Pedro y Juan y motivos vegetales.

La iglesia también tiene una pila bautismal que data del siglo XII. Esta pila esta construida en piedra y adornada con motivos florales y cruces. Se encuentra situada en la capilla del santo Cristo. Esta pila bautismal constituye el bien parroquial más antiguo que se conserva siendo anterior a la remodelación sufrida por la iglesia a finales del siglo XVI. Por ello, podría ser una pieza de la antigua iglesia del lugar.

Además de las piezas del ajuar litúrgico, la iglesia guarda diversas reliquias que fueron donadas por diferentes habitantes de Undués. Uno de los mayores donantes de estas piezas fue el Obispo Juan Francisco Guillén Iso. Entre ellas podemos destacar un relicario que conserva en su interior una astilla del madero que supuestamente fue usado por los romanos para crucificar a Jesus de Nazaret. También se conserva un relicario con un trozo del pañal que envolvió a Jesús de niño. Además hay otras reliquias que se atribuyen a diferentes santos como Santa Eufemia, Santa Lucía, San Mateo, San Martín, San Sebastián San Francisco Javier y los mártires de Cardeña.